miércoles, 17 de octubre de 2018

Reto de los 90 días de escritura: Impresiones

¡Hola a todos!

Os pongo en antecedentes: en julio decidimos apuntarnos al Reto de escribir durante 30 días que nos propuso Gabriella Campbell en un taller de escritura del Celsius (estamos así de locas). El caso es que nos gustó mucho y  yo decidí ampliarlo para ver qué tal me encontraba porque la idea principal del reto es la adquisición del hábito de escritura. El sábado 13 cumplí los 90 ¡y eso hay que celebrarlo con una entrada! Así que contaremos un poco por encima que he ido descubriendo estos tres meses.

¡Allá vamos!



El primer mes empecé con muchísimas ganas, empecé a escribir una novela, las ideas fluían, todo molaba. Durante el segundo decidí presentar un relato a la antología Actos de F.E. de la editorial Cerbero (ya sabéis lo fan que soy de la editorial) y conseguí terminarlo a tiempo (gracias a Aran que es mi lectora 0). Durante este último mes, en cambio, me he sentido más atascada. He tirado mucho de microrrelatos, pequeños retales, muy fluidos, pero de poca chicha por así decirlo. La mayor parte de los días cumplía con las 200 palabras pero sí me perdoné unos cuantos días en los que me vi apretada por el tiempo o el cansancio. Y esto me gustó.

Creo que el objetivo más importante del reto (al menos para mí) es la de volver a escribir y hacerlo de una manera constante, y he aprendido mucho de mi misma en este tiempo. No lo he cumplido todos los días y eso, en parte, me ha ido ayudando a oxigenar un poco a no obsesionarme con sacar cosas adelante y después cansarme de ellas (me pasa a veces y después me siento mal).


Una de las cosas que he aprendido (aparte de que me enrollo demasiado y soy una drama queen; ohh sí, me encanta el drama, lo que escribo no suele ser demasiado alegre) es que escribo mejor por las mañanas. Me encuentro mucho más centrada y me meto mejor en la historia. Por las noches en cambio (es cuando escribo los microrrelatos) solo me siento incapaz de hilar las cosas así que prefiero tirar a "jugar" y escribir lo primero que se me ocurra (lo que llamo: tirar millas). En cierto modo, resulta muy interesante ver dónde acaba y el camino que siguen las palabras.

Como conclusión: creo que está siendo una experiencia genial, que me anima a seguir escribiendo y a darme cuenta de que soy capaz de ello. De cara a próximos meses quiero seguir en el reto pero poniendo objetivos diferentes ya que tengo pensado ampliar el número de palabras diarias pero reducir los días "obligatorios" a cinco.

Tampoco quiero dejar pasar esta oportunidad sin dar las gracias a Arantxa porque es la persona que más me anima de todas. Me corrige, me alienta y siempre está de apoyo e ilusión. Fue ella quien me animó a ir al taller de Gabriella y quien decidió apuntarse al reto (yo solo la seguí). Todo, incluido este blog, no sería posible sin ella. Ale, ya me puse ñoña perooooo:

GRACIAS.

Y esto ha sido todo por hoy, ¿os gustan los retos? ¿Participáis en alguno?

MJ

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