¡Hola a todos!
No me voy a extender en la presentación. Tiburones gigantes extintos, acción y Jason Statham. Pues ya está.
¡Al meollo!
-Director: Jon Turteltaub
-Guion: Dean Georgaris
Jon Hoeber
Erich Hoever
-Duración: 114 min
-BSO: Harry Gregson-Williams
Es del tipo de reseñas de las que tampoco hace falta hablar mucho porque sabemos de qué va el rollo y qué esperar de ellas, incluso no es necesario saber el argumento. Por si a alguno le quedaran dudas: tras una inmersión a una profundidad sin precedentes el submarino es atacado por una miseriosa y violenta criatura (tantantachán) y para su rescate, contratan al rescatador entre los rescatadores (tantantanchán) el increíble, maravilloso, capaz, (atractivo y cachas de sonrisa impecable) Jason Stathan estoooo, ah no, que el personaje se llama Jonas Taylor. Pues eso, Taylor, es un buzo de rescate retirado en cuyo último trabajo afirmó que una criatura colosal les había atacado y claro, todos le tomaban por loco. A costa del rescate del submarino, un bicho muy grande y feo lleno de hileras de dientes afilados y gigantes acaba quedando libre por el oceáno pacífico. No queda más remedio que nuestro atractivo, cachas de sonrisa impecable e indudable valor lidere (más o menos) el grupo que termine con la bestia marina.
Ahora sí que empiezo.
Es del tipo de reseñas de las que tampoco hace falta hablar mucho porque sabemos de qué va el rollo y qué esperar de ellas, incluso no es necesario saber el argumento. Por si a alguno le quedaran dudas: tras una inmersión a una profundidad sin precedentes el submarino es atacado por una miseriosa y violenta criatura (tantantachán) y para su rescate, contratan al rescatador entre los rescatadores (tantantanchán) el increíble, maravilloso, capaz, (atractivo y cachas de sonrisa impecable) Jason Stathan estoooo, ah no, que el personaje se llama Jonas Taylor. Pues eso, Taylor, es un buzo de rescate retirado en cuyo último trabajo afirmó que una criatura colosal les había atacado y claro, todos le tomaban por loco. A costa del rescate del submarino, un bicho muy grande y feo lleno de hileras de dientes afilados y gigantes acaba quedando libre por el oceáno pacífico. No queda más remedio que nuestro atractivo, cachas de sonrisa impecable e indudable valor lidere (más o menos) el grupo que termine con la bestia marina.
Ahora sí que empiezo.