domingo, 2 de diciembre de 2018

American Psycho, de Mary Harron

¡Hola a todos! Hoy os traigo una reseña de una película... rarita, no lo vamos a negar. No es para todos los gustos; de hecho, muchas veces MJ y yo hemos discutido sobre ella, ya que a mi me encanta y a ella le pone de los nervios. Hoy me apetece escribir sobre American Psycho.

American Psycho es una adaptación de la novela homónima que cuenta la historia de Patrick Bateman, un yuppie de los años 90. Le encanta cuidarse, ir a sitios caros, hablar de trivialidades y destacar por encima del resto. Sin embargo, Patrick esconde algo tras esa apariencia de ricachón idiota: su profunda necesidad de sangre.


‎American Psycho (2000) directed by Mary Harron • Reviews ...
Lo más importante que tenéis que saber es que la película es Patrick Bateman. Todos los elementos que la conforman se centran en él, desde los créditos de inicio hasta los finales. Cada línea de diálogo, cada plano y cada canción nos dan información nueva del personaje, todo gira en torno a él y a su psique, pero hay algo que el director deja claro una y otra vez: Patrick tiene dos caras.

Los créditos de inicio ya inciden en la idea de la ambigüedad, ya que se juega con las imágenes que los conforman, dando al espectador una idea errónea sobre lo que está viendo, sin parar de mostrar una cosa haciendo creer que está viendo otra. Mucha gente alaba la intro de la serie Dexter, y a mi me parece un homenaje muy claro a esta película, ya que la idea y la forma de abordarla es la misma, nos dicen que no todo es lo que parece.

El uso del color también muestra que Patrick tiene dos caras opuestas. En una escena todo es diáfano y claro, donde el blanco domina de manera descarada la imagen, y en la siguiente corta y el plano es oscuro, sucio y ruidoso, y volvemos a cambiar y el blanco vuelve a ser el protagonista; un blanco antinatural, casi obsceno, con algún toque negro detrás... Así una y otra vez. No quiero seguir analizando el color porque nos meteríamos en spoilers, pero ese juego acaba siendo un pelín peligroso según avanza la historia y la mente de Bateman se vuelve más inestable.

La ambigüedad puede tener muchas formas: a veces es inconsciente y otras provocada. Todos somos contradictorios e incoherentes, pero también podemos ser hipócritas. En la película es el guión el que nos hace ver cuándo se trata de uno o de otro. Hay una serie de escenas en las que vemos esta hipocresía de Bateman y de todo su grupo. La más obvia es que el protagonista es un asesino en serie pero está afiliado a una organización para proteger los derechos civiles.

El guión es muy irónico, y utiliza las conversaciones de los personajes para hacer ver al espectador hasta qué punto lo que está viendo resulta ridículo. Ello se debe a que la historia, tanto de la novela como de su adaptación, es una crítica salvaje al consumismo y al movimiento yuppie que se formó en Nueva York durante los años 90, afianzando el capitalismo extremo y dejando a un lado los derechos humanos más básicos. 

¿Queréis más dicotomías? Centrémonos en la banda sonora de esta película. La historia se entremezcla entre temas suaves e inquietantes al piano con temas pop de los ochenta y noventa. Tras un monólogo interior profundo del propio Patrick sobre su psique, de repente nos ponen Walking on sunshine. ¿Y qué mejor manera de disfrutar de una buena orgía que con música de Phill Collins? 


Esto es una morning routine y no lo que hacen lxs youtubers.

Terminemos con su polémico final (sin spoilers, tranquilos). Me he pasado toda la reseña demostrando la dualidad del personaje protagonista, diciendo que es contradictorio y que tiene dos polos opuestos. ¿De verdad pensáis que el final iba a ser diferente? La historia no quiere tener moraleja, no quiere explicar qué lado de Bateman es el que predomina, ni siquiera les importa si lo que hemos visto es real o no. El director nos muestra una historia y sus vertientes, y nuestro trabajo como espectadores es interpretar lo que estamos viendo. A nadie, ni al creador, ni al guionista ni al director le importa cómo, de hecho ésa es la cuestión, que puedes pensar lo que quieras sobre la historia, o nada en absoluto. Por eso levanta tantas ampollas, porque no nos lo ponen nada fácil.

En resumen, si os gusta un poco los thrillers psicológicos y los asesinos en serie que escuchan Whitney Huston, no os la perdáis.

Y ahora si me perdonáis, tengo que devolver unos vídeos.

Arantxa

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