¡Hola a todos!
Hace unos dos meses me dio por revivir, de alguna manera, mi adolescencia (como hemos visto en la entrada sobre los crushes cinéfilos) con la relectura de la primera entrega de una pentalogía que me gustó muchísimo en aquellos años. En aquel entonces, si bien ahora han cambiado bastante mis gustos, leía bastante fantasía épica, tipo de espada y brujería (también influida por mi hermano, no nos vamos a engañar) como podían ser la Dragonlace, Reinos Olvidados, Crónicas de Belgarath (saga a la que pertenece este libro) etc. Fue realmente interesante ver como incluso volvían algunas de mis viejas costumbres adolescentes como dibujar en las hojas de los cuadernos los nombres de los personajes que más me gustaban ^^. Es una saga de fantasía, mi género predilecto, de la que nunca he hablado en el blog (creo) así que es hora de remendar el error y darle un poco de cobijo a los buenos libros y a los buenos recuerdos.
¡Allá vamos!
La senda de la profecía nos introduce a una pentalogía de fantasía épica en la que encontraremos personajes inolvidables (os lo juro, quizá sea mi voz adolescente la que habla por mí, pero algunos os marcarán), tramas llenas de aventuras, magia y misterios. En este primer tomo introductorio de fácil lectura, conoceremos a Garion, un muchacho huérfano que se cría en las cocinas de una hacienda bajo la atenta mirada de su tía Pol y que pronto averiguará que no todo es lo que parece. En seguida se embarcan en una aventura tras el ladrón de un misterioso e importante objeto que parece tener a todos en vilo. Lo que Garion no sabe, y tardará en averiguar, es que de esta búsqueda depende el mundo entero y él tiene un papel más importante de lo que jamás había imaginado.